18/04/2024
Google tiene dinero, y varios sectores empresariales han puesto en marcha un plan para robárselo mediante leyes conseguidas presionando a los políticos.

Éste es un blog de videojuegos, pero hoy me vais a permitir que me salga un poco del tema para abordar un asunto que nos afecta a todos los jugadores de PC, en tanto que todos somos internautas. Me refiero al plan de saquear a Google puesto en marcha por empresas de dos sectores muy poderosos: los medios de comunicación y las telecomunicaciones. Google tiene dinero, y hay quien pretende robárselo a golpe de leyes dictadas por políticos obedientes.

Google tiene dinero: robárselo es el plan
Esta captura de pantalla de Payday 2, inspirada en una secuencia de la película Heat (1995), es una buena metáfora: unos cuantos ladrones han decido asaltar el furgón del dinero de Google.

Google tiene dinero: robémoslo

Estamos ante un plan de asalto como el de cualquier película de robos. Unos delincuentes, en este caso empresas europeas de los sectores de los medios de comunicación tradicionales y de las telecomunicaciones, se han propuesto hacerse con un dinero ajeno, el de Google. Pero claro, como son empresas, su robo tiene que ser legal, porque así es como se roba a gran escala: al amparo de la ley. Así que han movilizado a los políticos del viejo continente para que dicten leyes que obliguen a Google a pagarles dinero por los conceptos más absurdos e injustos que se puedan imaginar. Google, por su parte, también es una empresa, y muy poderosa, pero como es norteamericana y además su fundación es reciente, no tiene todavía una red de apoyo político en Europa, y por tanto está a merced de lo que Hollande, Rajoy y compañía ordenen.

Examinemos el robo dividiéndolo por bandas. Empecemos por la banda de las telecomunicaciones, que quiere que Google pague por el uso de sus redes. Es decir, que los usuarios pagamos por usar las redes de telecomunicaciones, y además las empresas del sector quieren que Google también pague por ese mismo concepto. Un pago doble, un repago. ¿Por qué tiene que pagar Google por suministrarme una información que yo le he pedido y a través de una línea que yo ya estoy pagando? Es absurdo, injusto, inmoral; pero así es lo que pretenden cinco grandes del sector: France Telecom, Vodafone, Telefónica, Telecom Italia y Deutsche Telekom.

Google tiene mucho dinero: robárselo es el plan
No hay dinero para infraestructuras, pero sí para la Fórmula 1. Google, suelta la pasta, que las grandes empresas de telecomunicaciones no tienen suficiente con robar a los consumidores españoles.

El argumento de estas empresas, según dice la noticia citada, es que el tráfico de datos está creciendo exponencialmente, y claro, dicen ellas que ese crecimiento requiere una ampliación de las infraestructuras que debe ser sufragada también por las grandes empresas de contenidos digitales, como Google o Facebook. Ahora bien; ¿acaso no lo estamos pagando ya los consumidores con nuestras facturas mensuales, que por cierto en España son desorbitadas en relación al servicio pésimo que nos dan en comparación con el resto de Europa? Por supuesto que lo estamos pagando ya, pero si además de hacernos pagar a los consumidores pueden hacer que pague Google por el mismo concepto, pues mejor. Después, como premio a los políticos que saquen adelante las leyes necesarias, se repartirán puestos en los consejos de administración de esas empresas de telecomunicaciones, que de bien nacidos es ser agradecidos.

La otra banda de asaltadores es la formada por un nutrido grupo de medios de comunicación que no son capaces de sacar rendimiento económico a sus ediciones digitales, y que han decidido solucionar la crisis que atraviesa su sector robando a Google. Lo que ellos demandan es que el buscador les pague por enlazar a sus contenidos mediante el servicio Google News. La justificación, dicen, es que Google gana dinero ofreciendo esos enlaces, y por tanto debe retribuir a los creadores de esos contenidos a los que enlaza, que son ellos.

Google tiene mucho dinero: robárselo es el plan
Humphrey Bogart en El cuarto poder (1952). Qué tiempos aquellos en los que había periodistas al frente de los medios de comunicación que anteponían la honradez y la ética a los intereses económicos.

Por supuesto, Google ofrece la opción a los medios que lo deseen de que sus contenidos no aparezcan en Google News; pero no les satisface esta solución, obviamente, porque les interesa aparecer en Google News para ganar lectores, y aún así al mismo tiempo acusan a Google News de lucrarse a su costa. ¿Esquizofrenia o villanía? O sea: Google les hace publicidad gratis, proporcionándoles millones de visitas al año sin pedir nada a cambio, y además les da la opción de no beneficiarse de este servicio, y la respuesta de los medios de comunicación es: ¡páganos! ¿Por qué? Pues porque sí, y porque ellos tienen un poderoso instrumento de influencia sobre los políticos que hacen las leyes. Más les vale a Hollande, Rajoy y compañía ponerle una tasa a Google por lo de Google News, porque de lo contrario podrían no ser bien tratados por esos medios de comunicación, con la consecuencia probable de que pierdan las próximas elecciones.

Ojo a lo que dice el siguiente editorial del diario El Mundo. Y citamos a este periódico, pero nos valdría cualquier otro, porque la opinión de la prensa española al respecto fue unánime. Salieron en tromba a aplaudir el proyecto de reforma de la Ley de Propiedad Intelectual del Gobierno de Rajoy que abre la posibilidad a obligar a Google News a pagarles un impuesto revolucionario, tal y como ya se hace en Francia. Dice el editorial de El Mundo: «Google News y otras plataformas similares vienen parasitando a la prensa desde hace años». Y prosigue: «La nueva norma pretende defender a los diarios frente a la absoluta impunidad con que los agregadores de noticias se vienen enriqueciendo a costa del trabajo ajeno». ¡Pues pídele a Google News que te excluya de su servicio! ¡Ah, no! Eso no, ¿verdad? Porque si hicieras eso, tu diario digital se hundiría.

Y para terminar de indignarnos, o de reírnos, atención a lo que dice el director general de AEDE, la Asociación de Editores de Diarios Españoles: afirma con toda seriedad que si Facebook o Twitter enlazan a sus contenidos, deberán pagar. O sea, que si comparto una noticia de un periódico en mi cuenta de Facebook, alguien tiene que pagar por eso. No basta con el dinero por publicidad que el periódico en cuestión ingrese, sino que además Zuckerberg o yo tenemos que pagar.

Google tiene mucho dinero: robárselo es el plan
No te preocupes, muchacho. Yo me encargo de que Google os pague las facturas. Pero entonces me deberéis un favor, y tendréis que hablar bien de mí en vuestros medios de comunicación en época de elecciones.

Lo que está ocurriendo con el asalto al furgón del dinero de Google da para que Coppola ruede una cuarta entrega de El Padrino. En el viejo continente unos cuantos empresarios sin escrúpulos que no han sabido adaptarse al mundo digital han decidido que Google los mantenga con vida artificialmente. Y Google, como tiene dinero de sobra y no quiere problemas con los políticos europeos, por el momento está adoptando la estrategia de pagar y callar, o sea, lo que hace cualquier comerciante cuando una simpática banda de señores con pistolas se presenta en su local ofreciéndole protección. Como decía al principio, no es éste un tema propio del mundo de los videojuegos, pero me parecía importante tratarlo, porque nos afecta a todos los jugadores de PC en tanto que somos internautas. Seamos conscientes de lo que ocurre por debajo de la Red.

Una última observación: cuando yo era joven, antes de que existiera Internet, recuerdo que mucha gente compraba el periódico tan sólo para saber qué películas ponían en los cines y a qué horas. ¿Pagaban los periódicos a los creadores de esas películas por enlazar a ellas, o se lucraban a su costa «parasitándolas»? ¿Pagan algo hoy en día por enlazar a los contenidos de los canales de TV en las últimas páginas? ¿Pagan algo a los clubes de fútbol por la información deportiva que éstos generan? Recordemos lo que sucedió hace tres años cuando la Liga de Fútbol Profesional intentó cobrar a las emisoras de radio por retransmitir los partidos de fútbol. Les faltó tiempo a los medios de comunicación para rasgarse las vestiduras y defender la gratuidad del derecho a la información. Ya vale de incoherencias y de mentiras. Qué asco de prensa.