Infinity Runner inspira su nombre en dos de sus características principales. La primera es que todo el rato estás corriendo. La segunda, Infinity, es el nombre de la nave espacial en que lo haces. Sí, es exactamente eso, un Mirror’s Edge futurista y de ciencia ficción en el espacio, aunque aquí, en lugar de una trama de conspiraciones, hay que huir del terror en forma de leyenda ancestral que se convierte en realidad: un hombre lobo.
Lo de Infinity Runner, por un lado, parece algo más que un homenaje al genial Mirror’s Edge, aunque cambia –lógicamente–, ambientación, historia, personajes y diseño de jugabilidad. Pero, en esencia, se trata de ir a toda pastilla corriendo, bueno, huyendo, por los increíblemente largos y casi infinitos pasillos de una nave espacial. Por otro, es una nueva perspectiva a la nueva generación de Survival Horror, de ese que te deja desarmado y prácticamente indefenso ante una amenaza que, en este caso, es un hombre lobo.
La nave espacial Infinity, en construcción en la luna, es el escenario del juego. La Infinity mide 1500 millas de largo y 300 de diámetro en su punto más ancho –así nos las gastamos en el futuro a la hora de construir naves–. Está preparada para ser tripulada por 500 millones de humanos, llevando a 1000 millones más como habitantes en busca de nuevos planetas. Mantener semejante población sólo es posible gracias a las Biocúpulas, que ofrecen oxígeno, recursos y alimentos a todos.
Y esto es, en esencia, el juego de Wales Interactive que llegará en mayo al PC. Una curiosa mezcla de influencias que van desde el juego de DICE a los nuevos representantes del survival horror, o películas clásicas con no pocas influencias hippies como Silent Running, esa fascinante mirada de los 70 a la ciencia ficción, protagonizada por Bruce Dern. Infinity Runner tendrá soporte para Oculus Rift, así que si tienes ganas de echarte unas carreritas en primera persona, aquí tienes una curiosa oportunidad.
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