Blizzard ha vuelto a lanzar la beta cerrada de Overwatch, para regocijo de los que tienen ya acceso a la misma y para dolor para aquellos que aún seguimos siendo ignorados por Blizzard. A este paso parece que voy a tener que esperar a la beta abierta, que a saber cuándo llega. El caso es que esta nueva beta cerrada de Overwatch tiene un buen porrón de cambios que son dignos de mención y que cambian bastante cómo concebimos el FPS con toques de MOBA que tantos corazones va a romper por San Valentín.
La beta cerrada de Overwatch incluye dos nuevos mapas y un nuevo modo de juego, además de pequeños ajustes en todos los personajes y un nuevo balanceo de sus habilidades. No es que Blizzard lanzara un juego muy roto, ni mucho menos, pero el predominio de ciertas estrategias con varios personajes estaban arruinando un poquito el ritmo del FPS.
Lo más importante en la beta, sin embargo, es el nuevo sistema de progresión. Blizzard se ha deshecho de esas ideas más propias de Heroes of the Storm que había antes en Overwatch y ahora toda la experiencia que se va acumulando mientras jugamos tiene un único objetivo: desbloquear mejoras estéticas mediante la adquisición de cofres que la dan de manera aleatoria. Estas mejoras van desde una nueva línea de diálogo a un spray para marcar un muro con tu nombre, pasando también por una nueva pose para las victorias y, por supuesto, nuevas skins alternativas.
Los premios que no te gusten pueden consumirse por más experiencia que emplear en comprar más cofres, así que el ciclo de adicción está completo. ¿No os recuerda todo esto un poquito a Hearthstone?
Sea como fuere, cada personaje tendrá en torno a 6 o 10 skins diferentes, algunas de las cuales son meros esquemas de color alternativos y otras cambian totalmente el aspecto del personaje en sí. Y podrán comprarse con dinero real casi con total seguridad, pero esperemos a que lo confirme Blizzard.
