Airtight Games cierra sus puertas. La noticia de la desaparición de un estudio nunca es buena, y menos cuando se trata de uno que siempre ha intentado aportar una nota de originalidad y buenas ideas en sus títulos, durante sus diez años de vida. No deja de ser irónico que su último juego, Murdered Soul Suspect, tuviera como protagonista a un detective que muere en el primer minuto y su fantasma asume el protagonismo.
De Quantum Conundrum –un juego a cuyo cargo estaba Kim Swift, principal cabeza pensante tras Portal, con el que tenía no pocos puntos en común– a Dark Void –esa locura en que con un jetpac a tu espaldas combatías alienígenas y te encontrabas hasta con Nikola Tesla, y juego del que se dijo que la productora de Btrad Pitt había comprado los derechos para convertirlo en película–, Airtight Games nos ha traído juegos que quizá no han sido números uno, pero siempre han intentado ofrecer algo diferente durante la década que el estudio se ha mantenido a flote.
Pero todo tiene su final. Airtight, según parece, ha echado el cierre y hasta ha puesto a la venta todos los enseres de sus oficinas. Aunque aún no hay un comunicado oficial, incluso algo tan breve como una serie de mensajes en el Twitter del estudio deja bien a las claras que no se trata de una reducción de la plantilla –algo que ya ocurrió a principios de año, con el despido de catorce empleados, incluyendo a Swift–, sino de algo definitivo.
Es una auténtica lástima, pues como decimos todos los títulos de Airtight Games siempre han sido originales en sus historias y diseños, y sus buenas ideas –aunque no siempre estuvieran puestas en práctica de la mejor manera– eran más que evidentes.