29/03/2024
El momento ha llegado: Final Fantasy IX por fin se ha lanzado en PC, y aunque las novedades no son gran cosa, el juego merece mucho la pena.

Efectivamente y sí, Final Fantasy IX ya se ha lanzado en PC, concretamente, en Steam, que al caso suele ser lo mismo en un 90% de los casos. Square Enix por fin se ha dignado a dar el paso y, tras lanzarlo en dispositivos móviles, desde tablets a móviles, tanto con iOS como con Android, han decidido que era el momento de que los jugadores de PC saldaran (legalmente) una deuda con uno de los mejores capítulos de una de las sagas más prolíficas del mundo.

Imaginamos que no habrá prácticamente ningún cambio gráfico en la adaptación de Final Fantasy IX en PC.
Imaginamos que no habrá prácticamente ningún cambio gráfico en la adaptación de Final Fantasy IX en PC.

Puede que muchos de vosotros no compartáis mi devoción por Final Fantasy IX, que personalmente lo prefiero a Final Fantasy VII por muchos detalles aunque pienso que este es más completo y fue más impactante en su día. Final Fantasy VI sigue siendo mi favorito porque pienso que tiene la historia y el sistema de magias más interesante de todos los juegos, pero lo dicho: si no habéis jugado a Final Fantasy IX, por los apenas 17 euros que cuesta ahora mismo, merece mucho la pena.

Sus avances en esta nueva versión para PC no son gran cosa, si os soy sincero. Si ya lo tenéis en otra plataforma, quizá no merece la pena pagar de nuevo por lo que es fundamentalmente lo mismo, pero Square Enix ha incluido autoguardado, texturas y modelos mejorados dentro de lo que cabe (no se puede mejorar mucho más un juego de PSX sin hacer un remake) y las cinemáticas también han sido readaptadas a mejores resoluciones y pantallas de 16:9.

A falta de probarlo personalmente, si os gustan los RPGs japoneses de corte clásico, este es uno de los mejores que se lanzaron en PlayStation. Ahora, solo queda que Square Enix nos cuente también sus planes para lanzar Final Fantasy XV en PC, y todos felices. No solo de recuperar clásicos vive el pecero, caray…