Ventaja: Viajes
Alguien tiene que ir cada año al E3 de Los Ángeles, y a la Gamescom, y a las presentaciones de videojuegos que se realizan en el extranjero. Si tienes suerte, te puede tocar a ti, aunque sólo seas colaborador externo. Cuando se trata de presentaciones, la factura corre a cargo de la distribuidora, y claro, se cuidan mucho de que los de la prensa estemos como reyes para intentar seducirnos y que luego hablemos bien del juego en cuestión. Nosotros somos incorruptibles, que conste, pero no por ello vas a dejar de disfrutar de un hotel de cinco estrellas con dos cuartos de baño para ti solo. Sí, verídico: dos cuartos de baño en tu habitación. Con ese dato, podéis haceros una idea del nivel de todo lo demás. Trabajar con videojuegos tiene la ventaja de que a veces te vas de viaje a sitios increíbles y a hoteles de lujo.
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Desventaja: Material gráfico
Cuando se trata de juegos que todavía no han salido, las capturas de pantalla que publicamos suelen ser proporcionadas por la distribuidora o la desarrolladora. Pero cuando hacemos una review, salgo contadísimas excepciones (ahora mismo sólo se me ocurre un caso y fue porque había un embargo), las capturas las hacemos nosotros. Para una review a cuatro páginas hacen falta unas 30 capturas. La cuestión es que esas 30, tan bonitas y bien encuadradas, no han salido a la primera, sino que son el resultado de un largo proceso de selección que empieza con miles de capturas, que después se reducen a cientos, y en la última criba terminan en unas pocas decenas que reflejan la esencia de ese juego. Trabajar con videojuegos conlleva, así pues, una ardua tarea de captura y selección de material gráfico.
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Ventaja: Sin horarios
Una vez más: la fecha de entrega es sagrada. El redactor jefe te dice que necesita un artículo para tal día, y tal día tiene que estar entregado. Para cumplir con el plazo tú decides cómo te distribuyes el tiempo. A mí, por ejemplo, me gusta acostarme y levantarme tarde. Esto, sin embargo, es un arma de doble filo. Si no sabes gestionarte bien el tiempo, puede ocurrir que al final te pases todo el día delante del ordenador sin hacer nada porque, como no tienes horario ni un jefe en el cogote supervisándote, puedes acabar en las redes de perdición de Facebook y YouTube. Trabajar con videojuegos tiene la ventaja de que tú decides tus horarios.
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Desventaja: Siempre fino
Éste es un trabajo que requiere cierta creatividad. Quiero decir, que no puedes poner el cerebro en standby y dejar que pase el tiempo hasta que toque el silbato. Aquí hay que estar fresco e inspirado todos los días. Si te duele la cabeza, has dormido mal o tienes problemas con tu mujer, eso al de la imprenta no le importa. Hay una fecha de entrega y cumplirla depende de que las palabras salgan una detrás de otra, con cierta gracia y conteniendo las claves del asunto en cuestión. Cuando suena el silbato, el trabajo tiene que estar hecho, tú verás cómo. Trabajar con videojuegos exige una templanza anímica estoica para estar siempre en condiciones de escribir.
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Ventaja: Mercadotecnia
De vez en cuando te toca analizar una edición coleccionista. ¡Qué remedio! Y, como ya he dicho, en la práctica todo lo que viene en la caja es tuyo. Yo he tenido la suerte de analizar varias ediciones de este tipo, y de haber recibido ejemplares promocionales de otras cosas tales como relojes, carteras, libros y camisetas. Algunos de ellos exclusivos, porque no están a la venta y sólo se distribuyen a la prensa. Trabajar con videojuegos tiene la ventaja de que, además de los juegos gratis, consigues muchas otras cosas muy molonas.
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Si tuviera que ponerle una nota a este trabajo como se la ponemos a los videojuegos, yo le pondría un noventa y tantos, pero tampoco un cien. O sea, que cuando conozcáis en persona a alguien que se dedica a esto no le soltéis la frasecita de «¡menuda suerte!», porque esto al fin y al cabo es un trabajo y, como todos los trabajos, tiene también su parte de esfuerzo y sacrificio. La frasecita guardadla para cuando conozcáis a alguien con un trabajo verdaderamente envidiable, de ésos de cobrar mucho y trabajar poco sin necesidad tan siquiera de tener estudios o saber idiomas. Qué se yo… Ministro, diputado, alcaldesa.
