Las microtransacciones son el enemigo número 1 del jugador experimentado, ese que prefiere invertir 50 horas en lugar de 5 euros para conseguir unos objetos dentro de un videojuego. Es una conducta loable y comprensible que, sin embargo, muchas compañías de videojuegos no están dispuestas a potenciar, sino todo lo contrario. Ahí está el reciente ejemplo de H1Z1, que ha introducido un injusto sistema de microtransacciones que lo convierten, según sus usuarios, en un Pay To Win en toda regla. Y se ha liado bastante gorda.

COMENTARIOS RECIENTES