Neal Stephenson es un escritor de ciencia ficción reconocido mundialmente. Además de eso, ha escrito un par de ensayos sobre tecnología y en una de sus últimas novelas —Reamde— un MMORPG es un importante elemento del argumento. Ya en nuestro terreno, durante el apogeo de Kickstarter también inició una campaña para desarrollar una simulación de combates a espada ultrarrealista, Clang. Si recuerdas Die by the Sword y sus características mecánicas, controlando los golpes de la espada con precisos movimientos de ratón, te darás cuenta de lo poco que se ha innovado en este sentido incluso con los sistemas de control más modernos como Kinect o Move o quizá por culpa de ellos.
Aunque parte del problema es que una excesiva fidelidad a la realidad también es contraria a la diversión, el equipo reunido por Stephenson se centró inicialmente en identificar un controlador apropiado para el verdadero esgrimista virtual. Un sistema multiplataforma, además.
Gran parte de los 525.000 dólares recaudados en la campaña se fueron en la investigación de controladores y aportaciones al protocolo Sixense y sólo después de muchos meses el equipo dejó atrás el apartado hardware y se centraron en pulir el simulador con la ayuda del controlador Hydra de Razer, que implementa Sixense. Esto no quiere decir que el equipo no estuviese mejorando el software constantemente, ya que lanzaron varias versiones previas para mecenas desde el final de la campaña, pero completar la experiencia con el hardware resultó ser el talón de Aquiles de Clang.
Doce meses después, hace un año, una larga actualización en la página de Kickstarter avisaba que se paralizaba el trabajo en Clang mientras se buscaban nuevas fuentes de financiación. Subutai Corporation, la empresa creativa de Neal Stephenson, recomendaba a los fans fijarse en STEM, un sistema de control con múltiples ejes y también compatible con Sixense que fue un éxito en Kickstarter. Aparentemente, el uso de STEM era muy recomendable con Clang tal y como se encontraba el simulador el año pasado.
Hace un par de semanas y después de un año sin noticias, sin embargo, el propio Neal Stephenson confirmaba que todo futuro desarrollo en Clang se había detenido y que el proyecto se daba por cancelado. Los mecenas que quisieran su dinero devuelto podrían reclamarlo y el escritor dejaba una puerta abierta a la esperanza aportando una lista de correo donde se informaría de nuevos proyectos de microfinanciación relacionados con Subutai donde los inversores de Clang podrían recibir recompensas como agradecimiento por su aportación al simulador de combates a espada.