En nuestra revista Micromanía de Enero de 2003 coincidían las reviews de los últimos grandes títulos para la campaña navideña de 2002 –a tiempo para Reyes– y un buen puñado de las promesas que esperábamos disfrutar a lo largo del año recién estrenado. La concurrencia de novedades y lanzamientos de grandes apuestas, títulos llegados del cine como «Harry Potter y la Cámara Secreta» y continuaciones de sagas conocidas como «SimCity», no impedía la aparición de propuestas originales que buscaban diferenciarse de todo lo demás, dirigiéndose a un aficionado más curioso.
Desde sus estudios de Montreal, Ubi nos daba acceso a la primera versión jugable de «Splinter Cell», su gran apuesta para 2003. Siguiéndole la pista desde la feria E3 en Micromanía pudimos ver su potencial. En movimiento, «Splinter Cell» era un juego avanzado, incluso demasiado… Proyectaba sombras con un realismo inédito… ¿Podrían los ordenadores del momento mover un juego así? Pero su jugabilidad, interpretando la acción táctica, era lo que más llamaba la atención. «Splinter Cell» se concentraba en el control directo de un sólo personaje, Sam Fisher.
El agente de Third Echelon Samuel Leo Fisher era un total desconocido hace diez años, pero muy pronto se convirtió en una celebridad de los videojuegos, siendo su visor triple un reconocible icono de la saga y del subgénero de la acción-sigilo. A lo largo de las cinco entregas, Fisher ha sido objeto de traiciones y chantajes y ha sido “quemado” como agente. Ahora prepara su regreso en con «Blacklist».
En «Splinter Cell» el sigilo era la clave. Sam podía cargar los cuerpos de centinelas aturdidos para esconderlos, percibir el entorno con gafas de visión nocturna o detectar enemigos con su visión térmica, permaneciendo oculto. Todo ello era necesario para completar misiones de infiltración sin ser detectado y, a veces, sin pegar un solo tiro. La IA de los enemigos y la tensión te obligaban a contener instintivamente la respiración en muchas escenas.
Tradición y originalidad
La gestión en el juego de construcción «SimCity» –recién renovado– que comentábamos en preview, los turnos de «UFO» y el tiempo real de «Haegemonia» en review ofrecían todas las variantes posibles de la Estrategia en aquel número 96 de Micromanía. Por su parte, «Total Inmersion Racing» pasaba a toda Velocidad por nuestras páginas de análisis. El ingrediente exótico lo ponía el fenomenal y extraño «Imposible Creatures» que nos permitía crear un ejército de mutantes, combinando el ADN de distintas especies de animales. Finalmente, Gamepro le echaba valor y nos presentaba el irrepetible simulador taurino, «Torero».
Tom Clancy, creador del “techno-thriller”
Como novelista, Tom Clancy se distinguió en las décadas de los 80 y 90 con obras de aventura y ficción militar, muchas de las cuales fueron adaptadas al cine, como La Caza del Octubre Rojo, Juego de Patriotas, Pánico Nuclear y próximamente Jack Ryan. Se le considera uno de los autores que han perfilado el subgénero del techno-thriller, que combina ficción especulativa e intrigas políticas.
Desde finales de los noventa, la asociación de Tom Clancy y compañías de videojuegos como Red Storm o Ubi, ha sido muy prolífica, especialmente desde la última década. De ahí vienen sagas como «Rainbow Six», «Ghost Recon» y «Splinter Cell» entre otras series. Y es que, el realismo documental y la verosimilitud en los conflictos hipotéticos del autor, suelen dibujar personajes y escenarios idóneos para los videojuegos. En Micromanía 96, dedicábamos un reportaje a los nuevos títulos de Red Storm, con una especial mención a la contribución de Tom Clancy al género de la acción táctica. Por aquel entonces se preparaba el capítulo «Tom Clancy’s Rainbow Six 3: Raven Shield».
En todos los géneros
En Micromanía, hemos visto armas sofisticadas, amenazas terroristas y ficción geopolítica procedente de los universos alternativos pero más que plausibles de Clancy. El autor inspiró muchos juegos de acción táctica… Pero su sello también ha servido a juegos de acción más desenfadados como los de la saga «H.A.W.X.», en los que manejas cazas avanzados con un estilo arcade. También la estrategia fue contemplada desde la perspectiva de Tom Clancy en «EndWar». Era un juego de estrategia en tiempo real de lo más convencional, salvo porque introducía el control táctico de las unidades por medio de comandos de voz… En la actualidad, el sello de este autor sigue teniendo plena vigencia porque está en desarrollo «Splinter Cell: Blacklist».
Juegos del cine y la tele
A comienzos de 2003 pudimos reconocer un cambio de tendencia en productos audiovisuales masivos. Ya no se trataba de que las películas o series generasen videojuegos, sino que el éxito de un título en cualquier medio podía extenderse a los otros… Así nos llegaban nuevos capítulos, líneas argumentales paralelas e historias alternativas que podíamos experimentar jugando y viceversa. «Enter the Matrix» levantaba grandes expectativas, presentando una historia que discurría paralela a la de la segunda entrega de la saga de los Wachowski. DareDevil, por su parte, empezaba a dejarse ver en el cine, aunque no llegamos a ver un juego basado en el film. Lo que sí estaba en marcha, tal y como avanzábamos en las páginas de actualidad de Micromanía, era una serie de aventuras de investigación basada en la serie de Warner Bros. Crime Scene Investigation, (C.S.I.).
«Enter de Matrix», entonces en desarrollo, era uno de los casos de adaptación a videojuego más llamativos y pioneros desde el punto de vista de la narrativa y el desarrollo argumental. La historia del juego transcurría paralela a la de la segunda entrega de la saga “The Matrix” en el cine. Ambos, película y juego preparaban su lanzamiento a la vez, para Abril de 2003. En Micromanía respondíamos a vuestras consultas sobre el juego en nuestro buzón.
DareDevil, –también conocido con el apelativo de Dan Defensor en los cómic–, es un abogado invidente que Marvel convierte en héroe décadas atrás. Por aquel entonces se dejaba ver por fin en los primeros trailers de la película que produjo 20th Century Fox, protagonizada por Ben Affleck y Jennifer Garner. Como videojuego, sólo se lanzaría una versión para la portátil de Nintendo, Game Boy Advance.
CSI era el fenómeno televisivo del momento y en Enero de 2003 se anunciaba el primer juego de lo que sería una prolífica saga que se ha prolongado hasta tiempos muy recientes, una aventura de puzzles de investigación y laboratorio con casos C.S.I.
