Como bien sabréis, DirectX 12 es el futuro de nuestra plataforma para jugar favorita, aunque parece que poco a poco se convierte en el presente. Rise of the Tomb Raider es el próximo gran juego en actualizarse para ser compatible con el nuevo estándar, lo que sin duda va a beneficiar de momento a los jugadores con tarjetas compatibles y procesadores más o menos actuales. Os explicamos un poquito qué es lo que pasa.
Rise of the Tomb Raider se ha actualizado hace poco a la versión 1.0.638.6, que incluye soporte para DirectX 12 y también para la nueva oclusión ambiental de Nvidia, la VXAO.
Lo que supone el soporte para DirectX 12 es, fundamentalmente, un mayor rendimiento del procesador con la tarjeta gráfica, haciendo que los cuellos de botella sean inexistentes y el torrente de datos sea mucho mayor. Es la clave para mejorar el rendimiento en los videojuegos actualmente, y en el caso de Rise of the Tomb Raider, en un i7 2600 con una GTX 970, se ha conseguido que una tasa media de 46fps con DirectX 11 llegue tranquilamente a los 60fps con DirectX 12. No sé cómo afectará esto a procesadores más antiguos, como el mío, pero puede ser interesante de cara a no apoquinar nueva placa y CPU cada 3 o 5 años.
Otra gran característica de DirectX 12, la más sonada, es que permite usar en paralelo dos gráficas de diferentes marcas para que se utilice la potencia de ambas de una manera concreta. Esto en Rise of the Tomb Raider no sabemos cómo funcionará todavía, pero seguramente pronto sepamos sus efectos.
Si actualizáis vuestra versión de Steam (la de la Windows Store aún no está online) y por alguna razón os va mal este parche, podéis optar a la beta del juego y bajar otro parche que no incluye el soporte para DirectX 12, por cierto.
