La Xbox One ha sido recibida con recelo tanto por los mercados financieros como por los consumidores. La presentación de la nueva consola de Microsoft, que puedes ver aquí, tuvo lugar el pasado martes a las 13:00, hora de la costa este de los Estados Unidos. Justo en ese momento, las acciones de Sony, máximo rival de los de Redmond en las consolas de próxima generación, se dispararon. Y, lo que es igualmente significativo, poco después de terminar la presentación de la Xbox One, una vez que ya se sabía lo que iba a ofrecer esta consola, las acciones de Microsoft cayeron.
El hardware del dispositivo es, sin duda, muy potente, con un procesador de 8 núcleos, 8 GB de RAM, disco duro de 500 GB y puertos USB 3.0. Lo que no ha gustado a los mercados ni a los consumidores son ciertas decisiones de diseño tales como la falta de retrocompatibilidad con los juegos de Xbox 360, y los rumores de que Kinect 2 utilizará un sistema antipiratería virtual. ¿Qué significa esto último? Pues que Kinect 2 podría identificar el número de personas que hay frente al televisor, y de esa manera exigir un cierto pago por cabeza por ver una película online.
Xbox One, una consola para espiarlos a todos
La patente tecnológica para realizar este conteo de espectadores ha sido registrada ya por Microsoft, pero desde Remond han salido al paso explicando que el tener una patente no significa que vayan a utilizarla. En cualquier caso, la idea de que desde Microsoft o desde la empresa que sea puedan saber lo que estás haciendo en el salón de tu casa, es verdaderamente orwelliana, al más puro estilo de la novela 1984, donde el Gran Hermano tenía instaladas telepantallas en los domicilios de todo el mundo para saber lo que hacían en todo momento.
Si Kinect 2 fuera, al igual que su predecesor, un periférico opcional, entonces bastaría con no comprarlo o con desenchufarlo para evitar ser espiados, pero el caso es que vendrá incluido en la caja junto con la consola y será imprescindible para que Xbox One funcione. Y no sólo eso, sino que además su micrófono integrado estará permanentemente encendido.
A la vista de todo este revuelo generado por la Xbox One, los jugadores de PC sacamos, por lo menos, dos conclusiones: que a nivel de hardware nuestra plataforma sigue siendo la más potente del mercado, y que a nivel de software sigue siendo la más libre, pues no da derecho a nadie a observarnos mientras jugamos o hacemos cualquier otra cosa delante del ordenador.