Como Doom o Quake, Half-Life es un juego al que obligatoriamente todos volvemos cada cierto tiempo. Esta particular peregrinación a La Meca del FPS contemporáneo es por sí sola más que suficiente, aunque aquellos que prefieran hacer un viaje más movidito tienen opciones de sobra. Ahí está por ejemplo Black Mesa, un fenomenal remake hecho por fans y abrazado por Valve que es gratis (siempre y cuando tengas el juego original en Steam) y, ahora, también tenemos otra versión algo más gore gracias a Brutal Half-Life, creado a partir del Brutal Doom, que todos conoceréis por su indiscriminada violencia.

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