Hace dos días, en Londres hacía un tiempo estupendo. El paseo desde High Holborn es corto y agradable hasta la calle John Adam, cerca de la zona de Embankment, donde está la RSA House, un edificio construido a principios de la década de 1770 y que se convirtió en el centro de reuniones de la sociedad que le da nombre, un lugar de intelectuales y activistas sociales que construyeron la moderna sociedad anglosajona. Entre ellos, el mismísimo Benjamin Franklin, que participó activamente durante los años que vivió en Londres.
Sin embargo, el 29 de agosto la RSA House iba a acoger un evento quizá no tan trascendental –¿o sí?– para la sociedad actual, pero desde luego sí para la industria y para los fans de los juegos de rol: la primera presentación oficial de Dragon Age Inquisition, en vivo, en movimiento, y con una versión jugable que BioWare se encargó de mostrar a los periodistas que allí acudimos, invitados por el estudio. Sí, ya habíamos oído hablar del juego. Ya BioWare había lanzado información, pero hasta ahora no se había mostrado nada en vivo ni con jugabilidad real. Esta ha sido la primera vez.
Más allá de Ferelden
La presentación de Dragon Age Inquisition corrió casi en su totalidad a cargo de Cameron Lee, productor del juego en BioWare y que lleva más de diez años trabajando en el estudio. Dragon Age Inquisition es, en muchos sentidos, su criatura. Una criatura enorme, que deja pequeño todo lo que Dragon Age Origins y Dragon Age II mostraron. Y lo que vemos es sólo la punta del iceberg, cuando comienza nuestro recorrido por la provincia de Crestwood, una parte de las tierra de Thedas, que se encuentran sumidas en el caos.
Un acontecimiento catastrófico ha arrasado Thedas y dejado el mundo invadido por los dragones. Los magos –la terrible, compleja y peligrosa magia– se han alzado contra los templarios que los controlaban. La guerra arrasa el mundo y parece no haber posible solución. Excepto cuando la Inquisición toma cartas en el asunto y tú, como inquisidor, liderarás un grupo que se encargará de traer el orden y la paz al mundo de Thedas y acabar con el caos.
Lo primero sobre lo que llama la atención Cameron es el tamaño del mundo de juego. Sólo Crestwood será más grande que todo el mundo de Dragon Age II. ¡Casi nada! Y enseguida salta a la pantalla nuestro protagonista, el inquisidor. Un humano, en este caso, aunque podrás crear tu personaje y tu grupo con las conocidas razas disponibles en Dragon Age: humanos, elfos, enanos… y, por primera vez, qunaris como raza de inicio para escoger tu personaje.