A menos de un mes para su lanzamiento, David Braben —jefe supremo de Frontier Developments, desarrolladores del juego— ha anunciado que Elite Dangerous no incluirá el modo offline para un jugador que fue prometido durante la campaña de microfinanciación en Kickstarter. Cuando el simulador espacial se lance, será obligatorio estar siempre conectado a los servidores del juego.
Aunque puede que Braben tenga razón y la experiencia para un jugador sea mucho más limitada, lo cierto es que el anuncio se parece a tantos otros que han terminado siendo una pesadilla para los jugadores. El online permanente de SimCity y Diablo 3 se viene a la cabeza. Y a la vez que esperamos que Elite Dangerous tenga un éxito enorme, yo me pregunto «¿tendrán en Frontier Developments la infrastructura necesaria para que cuando salga el juego haya un número significativo de jugadores simultáneos en sus servidores sin que haya problemas?».
Para los expectantes jugadores de mundos abiertos espaciales, y hasta que salga Star Citizen, Elite Dangerous es un faro de esperanza después de decepciones tan tremendas como la de X: Rebirth. El hecho de que ahora requiera conexión permanente no es, de por sí, un motivo para considerar el juego peor. Jugar solo va a ser siempre, en este tipo de juegos, al menos el 90% de la experiencia. Pero entonces, ¿por qué considerar como base el online?
Una de las respuestas puede estar en la famosa computación en la nube de SimCity, donde teóricamente se simulaba parte de la inteligencia artificial del juego, representada en el crecimiento de ciudades vecinas, el comportamiento de los habitantes, simulaciones de tiempo, contaminación y tráfico. ¿Es posible que en Frontier hayan pensado que no son capaces de simular todo el universo del juego sin jugadores reales? Aunque sin duda eso hace más rico el sistema, también lo hace más precario (por la infraestructura online) y más dependiente de la conexión de jugadores. Para el modo en solitario, sin otros jugadores, no hay juego.