Hace unos meses hablé de los videojuegos clásicos de PC que marcaron mi niñez. Yo nací en el 1981, así que aquéllos eran juegos de finales de los 80 y principios de los 90: Double Dragon (1988), Leisure Suit Larry (1987), PC Fútbol 2.0 (1992), SimCity (1989) y Stunts (1990). Hoy voy a hablar de los videojuegos clásicos de PC que marcaron mi juventud, esa época en la que a los hombres nos sale pelusilla en la cara y nos damos cuenta de que jugar con las chicas no es tan aburrido como creíamos.

Siguiendo el criterio de elegir sólo uno en cada género, hay algunos que se han caído de la lista. Por ejemplo, Civilization II, un juego sensacional a pesar de su pobre apartado técnico.

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Aprovechando la llegada del buen tiempo, hace unos días decidí desempolvar mi vieja Game Boy y me bajé al parque a echar unas partidas. Al cabo de un rato, se me acercaron un par de chavales de unos 8 o 10 años y me preguntaron: «¿Qué es eso?». Y yo les respondí: «Una Game Boy». Se asomaron a echar un vistazo a la pantalla y, con una mueca de asombro, uno de ellos me preguntó: «¿Por qué no tiene color?». Entonces me dí cuenta de que ya soy un viejuno. ¡Malditos mocosos! ¡Os odio! Como a los viejunos les gusta hablar de sus batallitas, hoy voy a hablar de los videojuegos antiguos de PC que marcaron mi niñez.

He aquí una pequeña muestra de mi colección de disquetes. Muchos son originales, mientras que otros… bueno, vale, son copias. ¡Traficaba con disquetes en el patio del colegio! ¡Lo admito!

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